Lo online ha ido ganando terreno poco a poco. Hacemos compras online, cursos online, pedimos comida online, entonces…

¿Por qué no hacer terapia online?

Sin duda alguna, esta modalidad, que ya está entre nosotros, ha venido para quedarse.

razones para hacer terapia online

He de reconocer que yo era bastante reacia a implantar esta metodología. Quizá por miedo o desconocimiento o por no sentirme demasiado segura con la tecnología. Hasta que hace ya un par de años, me llegó un caso que, por distancia, sólo dejaba abierta esta opción. Me lancé a probar y me sorprendí realmente, no sólo por los resultados de la terapia, sino también por la comodidad que suponía para ambos. A partir de ese momento, empecé a ofrecerla y he seguido realizándola con gran motivación.

La verdad que es una gran ventaja poder trabajar con muchas personas que se encuentran en diferentes partes del mundo.

La situación que se ha vivido hace unos meses, nos ha obligado a realizar nuestro trabajo terapéutico de esta manera, y la verdad, es que los que la están probando se sienten cómodos y continúan.

Pero, por si todavía existen dudas, aquí os dejo 6 valiosas razones por la que elegir la terapia en la modalidad online:

1. Ahorro de tiempo

No hay duda de que, entre las quejas más comunes de nuestra sociedad, está la de la falta de tiempo. Nunca llega el tiempo y nunca sobra. Pues de esta manera, ahorrarás tiempo para dedicarlo a otras actividades importantes o de interés. No tienes que perder ese valioso tiempo en desplazamientos. Organizas tu calendario para tu hora de sesión y ahorras el tener que prepararte para salir, llegar a tiempo a la consulta y la vuelta a casa o a otro lugar. Interesante, ¿no?

2. Desde la comodidad de tu hogar

Se acabó eso de tener que salir bajo la lluvia o de un sol abrasador. De estar calculando y organizando el mejor horario para compaginarlo todo. Desde tu casa, o el sitio que prefieras te conectas donde más cómodo te sientas y a empezar la sesión. Puedes relajarte y tener todo a mano en cualquier momento. Es maravilloso sentirse en casa, ¿no?

3. La duración de la consulta

No varía, es la misma duración que la terapia presencial y puedes organizarla cuando mejor te venga. También hay mayor margen de tiempo para cambiarla o anularla. Y al evitar el desplazamiento, si hay huecos disponibles se puede solicitar para ese mismo momento.

4. La metodología

El modelo de trabajo es el mismo. Existen formas muy eficaces para enviar documentos, explicarlos de manera que quede todo claro y de resolver cualquier duda que surja. La comunicación es fluida y existen diferentes plataformas que se elegirán en base a la comodidad de cada persona.

5. Confidencialidad, seguridad e intimidad:

Esta parte, lógicamente, es la que puede preocupar mucho más a la persona que inicia un proceso terapéutico. La seguridad está garantizada. Se cuida la protección de datos como indica la ley, y el terapeuta se cuida mucho de que el lugar elegido para hacer la terapia esté controlado para no sufrir interrupciones ni escuchas indeseadas. Además el uso de auriculares mantiene mucho más la privacidad en caso de que sea necesario.
Y la persona que hace la terapia se encuentra en la intimidad de su hogar.

6. Ahorro económico

Sí, hemos dejado para lo último la mejor parte. Gracias a la poca inversión que conlleva hacer este tipo de terapia, los precios pueden ser más bajos. Pero que quede muy claro que la calidad de la terapia es la misma pero a menor precio. Esta parte sí es realmente interesante, ¿no crees?

Resumiendo, ahorramos tiempo y dinero y ganamos en comodidad, seguridad y eficacia. ¿Necesitas alguna razón más para convencerte o aún tienes dudas? Si todavía no lo tienes muy claro y necesitas probar y experimentar que funciona, aprovecha y pide tu primera sesión gratuita y sin compromiso en nuestro centro y tú decides si realmente te convence.