¿Sabes qué es un ataque de pánico? o te has preguntado ¿a qué se deben los ataques de pánico? Por difícil que pueda parecer, estos son muy comunes y de acuerdo con la OMS 3 de cada 10 personas los sufren constantemente.

Por otra parte, los episodios pueden ser muy diferentes entre una y otra persona. Por lo que en muchos aspectos, suele confundirse con la ansiedad. La verdad es que nada tienen que ver e incluso los métodos para tratar estas patologías son diferentes.

Sin más, a continuación, podrás descubrir a qué se deben los ataques de pánico, qué son y cuáles síntomas son característicos en este padecimiento.

¿Qué es un ataque de pánico?

Los ataques de pánico son con exactitud la sensación de miedo extremo en todo el cuerpo. Por lo general, se manifiesta de forma súbita e imprevista. Este miedo puede ser tan agudo, que la persona llega a asegurar que se siente en peligro, aunque no exista motivo para ello.

Por otra parte, cada ataque tan sólo dura algunos minutos, siendo los primeros los más significativos y en los que se manifiestan los síntomas. Estos son capaces de generar alteraciones importantes a nivel cognitivo, fisiológico y en la conducta de la persona.

Si estos comienzan a aparecer con frecuencia, es seguro que se vea afectado el estado emocional a tal punto de convertirse en un trastorno. Cuando se entra en un estado de pánico severo es posible que también se comience a padecer de TEPT.

En este punto es necesario recurrir a un especialista para dar inicio con el tratamiento adecuado para atender el trastorno. Por ejemplo, buscar ayuda a través de una terapia online en la que pueda conseguir toda la ayuda psicológica que amerita el caso.

¿A qué se deben los ataques de pánico?

Desde el primer episodio registrado hasta la actualidad, se desconocen las causas exactas que pueden producir los ataques de pánico en las personas. Sin embargo, de acuerdo con estudios médicos estos pueden tener un origen en la composición genética y la extrema producción de catecolaminas.

Lo que sí se ha podido crear, son los grupos o niveles de episodios de pánico que puede presentar una persona. Estos se presentan en el siguiente orden:

  • Episodios involuntarios y súbitos: surgen sin razón aparente, pero que guardan relación con ataques de angustia.
  • Episodios a partir de situaciones específicas: estos se desencadenan después de haberse dado una situación determinada. Es decir, necesita un estímulo para que el episodio se manifieste y por lo general, tiene origen en las fobias.
  • Episodios sugestionados: se refiere a la predisposición ante una situación que genera una sensación de gran angustia. El ataque de pánico puede desaparecer después de que dicha situación ha sido afrontada.

Es importante mencionar que además de lo anterior, los ataques de pánico pueden ser hereditarios. Si una persona tiene un familiar directo (padre, madre, hermano, etc.), existe un 30% – 50% de probabilidades que también sufra el trastorno.

¿Cómo son los ataques de pánico? Síntomas

Ya sabemos que los ataques de pánico tienen su origen en el miedo y los síntomas aparecen al inicio de los episodios. Por tanto, durante esta fase es cuando más fuerte se manifiesta el cambio en la conducta y se evidencia lo siguiente:

Miedo extremo

Es el primer síntoma que se hace presente y en el que la persona puede llegar a sentir que se encuentra en grave peligro. Resulta imposible controlar la situación y nada parece estar detonando el episodio.

Miedo a morir

La sensación de que una persona puede perder la vida ante la situación en la que se encuentra, es otro síntoma común en los ataques de pánico. Por lo general, aparecen cuando el episodio llega a un punto realmente extremo e incontrolable.

Desconexión con la realidad

Con frecuencia una persona con ataques de pánico puede llegar a creer que lo que está viviendo no es real. El miedo extremo ha llevado a un punto de desconexión de la persona sobre el entorno.

Sentir que está al borde del desmayo

Cuando el episodio ha llegado a un nivel muy alto, la persona puede sentir mareos fuertes y comienza a tener pensamientos de abandono. Es decir, los mareos le provocan una sensación de desmayo y sus pensamientos intensifican el ataque al sentir que no tiene a nadie que pueda ofrecerle ayuda.

Sofocamiento

Los ataques de pánico pueden generar el aumento de la temperatura corporal casi al instante. Llevando a la persona a tener esa sensación de falta de aire y desgaste que detona en mareos uniéndose al síntoma anterior.

Hormigueo en el cuerpo

Aquí la persona llega a sentir que su cuerpo se entumece desde las extremidades inferiores. Se genera una sensación de adormecimiento corporal generalizado.

Sensación de taquicardia

Se presenta un incremento en las palpitaciones cardiacas generando esa sensación de taquicardia. Muchos de los que sufren ataques de pánico llegan a asegurar que sienten como si estuvieran a punto de sufrir un infarto.

¿Qué hacer ante un ataque de pánico?

Lo primero y más importante es conseguir un profesional que pueda brindarte las herramientas necesarias para sobrellevar los ataques de pánico. Puedes conseguir el que necesitas ahora en el centro de psicología y terapias Madrid.

Una vez que hayas iniciado las terapias, podrás aprender mucho más sobre estos ataques y entender que no representan un riesgo para tu vida. De igual manera, tendrás la oportunidad de adquirir la preparación necesaria para reconocer cuándo estás ante un episodio.

Por lo tanto, podrás trabajar sobre los síntomas hasta llegar a un punto en el que no sentirás que tu cuerpo se desvanece o te falta el aire. En la medida que tengas control en estos aspectos, el resto de los síntomas desaparecerán al igual que los ataques.

Por último, si crees que un ataque de pánico se manifiesta repentinamente, puedes hacer lo siguiente:

  • Inhala y exhala profundamente.
  • Mientras respiras piensa en lo que está sucediendo en tu cuerpo. Ahora que conoces los síntomas puedes determinar si se trata de un ataque de ansiedad o pánico.
  • No dejes que tus pensamientos te hagan perder el control, en cambio, pon toda tu atención en un objeto o imagina algo agradable mientras respiras.
  • Una vez que has tenido el primer episodio, no tengas miedo de hablar con alguien de tu confianza.
  • Finalmente, recuerda que los ataques de pánico no ponen en riesgo tu vida.